El silencio de los culpables.

¿Hacia dónde nos lleva el destino?, aprendí hace poco que las personas diestras tienden a vivir más que las zurdas (cage), también aprendí que la vía láctea es un espiral (¿sabías eso?), que en chile, nuestra memoria es de tan corto tiempo que un día estamos preocupados por el terremoto y sus consecuencias y a la mañana siguiente la detención de una “importante” estrella de a tv, nos hace olvidar lo que pasó el día de ayer. Saturo mi mente de cosas sin sentido, ¿qué es una cosa sin sentido?, un cosa incoherente quizá… Qué es lo que le da sentido a nuestras cosas?, nosotros mismos, la sociedad que nos vigila, tu polola/o, la sabiduría del tiempo o es que acaso que una cosa no es más que un sin sentido. ¿Algo puede llegar a ser valioso para ti?, aquella foto con tu familia en la navidad, cuando aun creías en el viejo pascuero, el álbum de dragon ball que tienes empolvado debajo de tu cama (como yo), la canción que te ha hecho trastornar por lo menos 25 veces el último mes, ese pequeño presente que te regalo tu ex y que aun no eres capaz de tirar (devolver), etc. ¿Pero quién hace valioso cada cosa? El valor es tan personal que es lo que realmente lo posiciona. ¿Son los pequeños fragmentos los que hacen grande la vida? ¿Por qué una mañana nos despertamos con ánimos de vivir y nos comernos de un bocado al mundo?, y por la tarde el pesimismo nos agobia, ¿es que estamos en un tiempo, paradójicamente hablando, en el cual nuestro sentido de asombro es casi nulo?, existen pocas situaciones que pueden llegar hacer latir de manera acelerada nuestro corazón y al mismo tiempo dibujar una pequeña sonrisa en nuestro rostro, una sonrisa de satisfacción plena, ese olor a tierra húmeda, la sonrisa de los gatos(si los gatos sonríen), decir la misma frase al mismo tiempo que la persona que amas, los días que se tiñen de gris. ¿Dónde quedaron los grandes inventores?, ¿en dónde se encuentran los genios modernos?, personalmente rara vez recuerdo el nombre de alguien, pero el consumismo nos mete 20 marcas de refrescos, 10 marcas de condones, al menos 7 marcas de cervezas y un sin fin de productos que nuestra mente absorbe a manera de esponja mercantil. Por eso prefiero saturar mi mente de datos sin sentido…, (no es que diga que los condones y las cervezas no tengan sentido). Prefiero escuchar la misma canción 10 veces seguidas y maravillarme cada vez más, prefiero sentarme en el sillón y observar una película por décima vez y repetir los diálogos en voz baja, prefiero recostarme y encontrarle forma a las nubes, degustar una cerveza al lado de mis amigos y reírnos de las misma tonterías eones de veces, hablar solo por las calles, escribir webadas en mi blog… Para que al final del día esas cosas incoherentes sigan saturando mi mente, y me siga sorprendiendo el estar vivo.